Susana Giménez abrió su mansión de Garzón en busca de inversores

Puso helicópteros para el traslado a «La Tertulia» y recibió personalmente a sus invitados. Hubo un tour por la propiedad que está en venta por US$ 4 millones. Mirá el video exclusivo. GALERÍA DE IMÁGENES por Ernesto Ise FOTOGALERÍA DESDE EL AIRE. En Garzón está “La Tertulia”, la propiedad que Susana concibió para pasar un tiempo en Uruguay. Finalmente no la usó mucho. Por eso decidió hacer caja y venderla. FOTO: GZA. M.P. NOTICIAS RELACIONADAS La tapa de Diario PERFIL de este domingo 12 de enero Daniel Arroyo le respondió a Susana Giménez: «Hay mucha gente que tiene planes sociales y que trabaja» Aveces adelantarse demasiado tiene sus contratiempos. Y quien alentó a Susana Giménez a ser una de las primeras  en invertir en un lugar como Garzón, en Uruguay, supuso que esa zona crecería al ritmo  acelerado que tuvo en su momento José Ignacio, cuando Mirtha Legrand estrenó su propiedad Casablanca. Así fue la primera famosa que apostó en lo que era apenas un más que pequeño pueblito de pescadores, con una iglesia, un faro y algunos espacios gastronómicos para nada amplios, pero muy típicos. Y no falló. En las dos décadas posteriores, los terrenos cotizaron en alza y ampliaron los límites al norte de Punta del Este.    Vecinos poderosos. En Rocha quien primero hizo punta fue Francis Mallmann quien asoció su nombre a Pueblo Garzón, con hotel y restaurante incluido. Tras él se aventuraron con una inversión a largo plazo Eduardo Costantini con su emprendimiento Las Garzas –y gestor del puente circular que potenció la movilidad hacia esa zona–, también su hijo Eduardo con Las Cárcavas, Santiago Soldati, quien cada verano tienta a varios amigos nacionales e internacionales para apostar a esa zona, organizando amenos almuerzos. Y por supuesto Alejandro y Bettina Bulgheroni, quienes montaron un ambicioso emprendimiento comercial con una bodega –Garzón– con vinos que pusieron a Uruguay a otro nivel en ese rubro, un aceite de oliva que ganó prestigio en el exterior, y un restaurante del que Mallmann es embajador y director culinario. Pero igualmente ni con todos estos vecinos alrededor de su propiedad, Susana Giménez parece estar convencida de que “La Tertulia” sea un lugar que se adapte al estilo de vida que quiere tener cuando viaja al Uruguay. Por ahora, “La Mary”, la mansión que tiene en La Brava, en Punta del Este le resulta más amena. Y sobre todo, tiene mejor comunicación con amigos y la vida social que se da sobre todo durante el verano. Instalarse en “La Tertulia” parece casi como someterse a un retiro concreto de la vida pública y social. Aunque esto resulta exagerado no lo es tanto. La propiedad tiene 107 hectáreas, y en el espacio más  elevado del terreno está construida la mansión de 800 metros cuadrados. Piedra, cemento y madera, definen la arquitectura de la casa de Susana. Alrdedor, la nada. O todo: todo el cielo, todo el sol, toda la luna, toda la pradera. Sin vecinos a la vista, sin curiosos alrededor. Si Greta Garbo hubiera sido uruguaya y planeado su retiro, “La Tertulia” sería perfecta. Uno de los objetivos de la diva de este 2020 es encontrar nuevo dueño para su casa Susana no es Garbo y aunque este año Telefe/Viacom parece haber decidido prescindir de ella en la pantalla, no piensa un retiro inmediato. Así, está más enfocada que nunca a que “La Tertulia” cambie de mano y puso en marcha la venta. Para ello, hace unos días junto a Miriam Poggio –una broker con base en Miami– montó Cheers, un encuentro de potenciales compradores que compartieron con ella un sunset con tragos y música en vivo. Como detalle sumaron a Marcelo Lufrano, quien dedica su vida al estudio de las energías diseñando espacios para el buen vivir, y esa tarde se encargó de la armonización de los ambientes de la propiedad. A volar, mi amor. Y para hacer el encuentro más atractivo y, por supuesto asegurarse más  invitados confirmados, se ofreció a todos el traslado en helicópteros Airbus. Un plan por demás interesante para quienes están de vacaciones en Punta del Este desde fin de  diciembre. Algunos llegaron en el suyo propio como Alejandro Roemmers quien piloteó su Eurocopter con casi toda su familia a bordo. Ya en la propiedad, se ofreció una recorrida por todos los ambientes. Todos. Y eso incluía la suite de Susana en cuyo ingreso lo primero que se observa es un colorido cuadro de ella haciendo la famosa pose de shock, en el mítico comercial de jabón Cadum. Después hubo un ágape, y tragos y música a cargo de Nicolás Bereciartúa. Y por supuesto una Susana Giménez que exhibió su expertise en ser una gran anfitriona. Millonarios se buscan. Muchas consultas y muchas felicitaciones por la propiedad recibió la diva. Ahora resta saber si alguien está dispuesto a invertir en la misma los US$ 4 millones que cuesta. En un mes y medio, la avanzada en busca de compradores se focalizará en tres mercados con clientes potenciales de Paraguay, Brasil y México. Como explicó esa tarde Miriam Po-ggio, su broker, la propiedad tiene mucho potencial para convertir ese espacio en un emprendimiento comercial:  un hotel boutique con canchas de golf, de fútbol, viñedos, e incluso explotación ganadera: Susana tiene vacas allí, y sus vecinos ovejas. También puede ser un emprendimiento mixto, es decir, un área residencial para los dueños, y el resto comercial. A todo eso se suma un detalle adicional, la casa principal la decoró Susana.

(Fuente www.perfil.com).

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